Entender la política de Asia Occidental tras la derrota del imperio otomano en la primera guerra mundial y la intervención de las potencias occidentales aliadas de la Triple Entente (Francia y Gran Bretaña) en la división de los territorios al este del Levante Mediterráneo implica dar cuenta de Acuerdos, Cartas y Tratados donde ese imperio otomano, pagaría esa capitulación con sus antiguas posesiones imperiales.
Nos dirigimos con Abu Shubbar a la casa de Saiid Muhammad Baqir As-Sadr, y en el camino me trató de manera agradable y me habló sobre los famosos ‘Ulama, sobre Taqlid (imitación a un Muytahid, es decir, a un sabio) y sobre otros temas... hasta que llegamos a la casa del Saiid As-Sadr. Ésta estaba repleta de jóvenes alumnos, la mayoría con turbantes. El Saiid se puso de pie y nos saludó; luego le fui presentado. Me dio una calurosa bienvenida y me hizo sentar a su lado. Después comenzó a preguntarme sobre Túnez y Argelia y sobre famosos ‘Ulama como Al-Jidr Husain, At-Tahir ibn ‘Ashur y otros. Disfruté de su plática, y a pesar de su alta posición y del gran respeto que recibía de los que lo rodeaban, me encontré a mí mismo desinhibido con él, como si lo hubiera conocido desde antes.
Terminó el VII año de la Hégira en el cual, gracias al pacto de Hudhaibiiah los musulmanes pudieron visitar la Casa de Dios en comunidad y lanzar las consignas de la Unidad divina en el corazón mismo de la idolatría. Sus consignas conmovieron por cierto a algunos de los jefes de Quraish, como Jalid Ibn Ualid, Amru Al-Ass y Uzmán Ibn Talha. Luego de un tiempo éstos se dirigieron a Medina y expresaron su decisión de sumarse al Islam, cortando relaciones con el gobierno de la Meca, que ya era como un cuerpo sin alma. Algunos historiadores han afirmado que la islamización de Jalid y Amru Ass se produjo durante el quinto año de la Hégira, pero ello no puede ser cierto porque en la época del tratado de Hudhaibiiah, que tuvo lugar en el año VI de la Hégira, aún Jalid era de los comandantes mequinenses. Además es sabido que la islamización de ambos fue simultánea...
Por el acuerdo de Hudhaibiiah los musulmanes tenían derecho a entrar al año siguiente en la Meca y realizar, durante tres días, Al-Umra, debiendo luego abandonar el lugar. El acuerdo establecía además que nadie debía llevar más que una espada. Transcurrido un año de la firma del pacto llegó el momento de aprovechar lo convenido. Los muhayirún (emigrados de la Meca), que ya hacía siete años que habían abandonado sus hogares para radicarse en una tierra extraña por la causa del Islam, podrían ahora visitar la Casa de Dios, ver a sus parientes e investigar lo ocurrido con sus propiedades. Cuando el Enviado de Dios notifico la preparación del viaje se produjo un inusual alboroto. Lágrimas de alegría brotaban de los ojos de los musulmanes. El año anterior 1300 personas habían partido con el Profeta, pero este año el número ascendía ya a 2000. Entre ellos se contaban grandes personalidades de los emigrados y los ansár de Medina.
Mientras un grupo de sabios cree, que fue revelada en La Meca, otro, considera esta sura como medinense. En ella, Dios enseña al noble Profeta (PB) y a los musulmanes, a refugiarse en Él, de la malicia de los malvados. Respecto a la ocasión de su revelación, afirman algunos dichos que el Profeta (PB), había sido blanco de la hechicería de algunos judíos y a raíz de ello había enfermado.
El sentido de la auto vigilancia es cuando un siervo, gracias a su atención a Dios, llega a dicha estación de la fe en la cual:- No ve ninguna voluntad ninguna voluntad propia y solo espera bendiciones Divinas.- Ignora todo aquello que no es Dios y se anticipa a la benevolencia Divina.- Está inmerso en un océano sin orillas de lo que Dios desea y anhela cumplir para poderse unir con el Amado.- Su corazón anhela encontrarse con Dios y su espíritu está inquieto y deseoso de entrar en el callejón del Amigo...
Fadak era una tierra fértil cercana a Jaibar, que distaba de Medina aproximadamente unos ciento cuarenta kilómetros. Luego de la victoria de los musulmanes en Jaibar el lugar fue considerado como un lugar de apoyo estratégico para los judíos residentes en el Hiyaz. Tras la derrota de los judíos de Jaibar, Uadiu-I-Qura y Timá, y al alcanzar el norte de Medina, el Profeta envió un mensajero de nombre Muhit a los jefes de Fadak a fin de terminar con las fuerzas judías de aquel territorio, que significaban para el Islam y los musulmanes un peligro latente y un punto desde donde se estimulaba a los enemigos de la verdad. Iusha Ibn Nun, jefe del lugar, prefirió la paz y la rendición a entablar la guerra, y se comprometió a poner a disposición del Profeta (B.P.) la mitad de la cosecha anual de la zona, a vivir bajo la bandera del Islam y a no instigar ni urdir maquinaciones contra los musulmanes. En retribución a la cosecha que ellos entregarían el gobierno islámico debía garantizar la seguridad de sus tierras. Las tierras que se obtienen a través de la lucha pertenecen a todos los musulmanes, y la administración la asume su líder, pero las que se obtienen sin luchar pertenecen a la persona del Profeta y a los Imames que le sucedieran. Ellos podían hacer con ellas lo que desearan: venderlas, alquilarlas, regalarlas, etc. También podían solventar las necesidades de sus parientes. Por lo tanto el Profeta obsequió Fadak a su amada hija Fátima.
A través de mi investigación deduje que la desgracia que sobrevino a la comunidad islámica se debió al Iytihad de los Compañeros, el cual contradecía los claros textos. De este modo fueron violadas las ordenanzas de Allah y destruida la Tradición del Profeta. Los sabios y líderes religiosos llegan a hacer analogía del Iytihad que realizaron esos Compañeros y así contradicen a veces los textos proféticos cuando no están de acuerdo con lo que algunos de los Compañeros hicieron. Incluso contradicen los textos coránicos; y no estoy exagerando, pues ya mencioné anteriormente que, a pesar de la existencia del texto del “Taiammum” en el Libro de Allah, como así también en la Tradición confirmada del Mensajero, hicieron su propio Iytihad, y afirmaron que se debía dejar de hacer las oraciones si no había agua. ‘Abdullah ibn ‘Umar justificó esta interpretación de la manera en que ya indicamos en otra parte de esta investigación.
La historia de Jesucristo (AS) comienza, en el Corán, con un relato de la historia de la Familia de Imrán, los padres de la Virgen María (AS). Imrán es descendiente del profeta Salomón (AS) y, por ende, del profeta David (AS). Dios ha escogido la Familia de Imrán y la ha favorecido con la profecía, igual como lo había hecho antes con la Familia de Abraham (AS). De hecho, Imrán viene siendo descendiente de Abraham (AS): “Ciertamente Dios eligió a Adán, a Noé, a la familia de Abraham y a la familia de Imrán entre la gente * una generación descendiente de otra; Dios es Omnioyente y Sapientísimo” (3:33-34)...
“Contradiciendo a lo que la activista feminista egipcia/estadounidense, Mona Eltahawy, manifiesta en su libro “El himen y el hiyab (velo islámico)”, o “Pañuelos e hímenes, por qué el mundo árabe necesita una revolución sexual” texto que además de difundir una imagen totalmente negativa de la mujer musulmana con respecto a sus derechos y la posición que ocupa en el islam, vilipendia y ofende, al sólo hecho de querer hacerla desaparecer, al verter un lenguaje totalmente grotesco, ofensivo, humillante, lleno de “improperios”, utilizando tan sólo para ello fuentes superficiales y/o no investigativas; oponiéndose al empeño en ocultar el cuerpo de las mujeres, refiriéndose al hiyab y/o vestuario islámico”

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