Todos los sistemas filosóficos, más allá de sus problemas mayores o menores, se basan en un conjunto de principios o pilares. La escuela de pensamiento de Mul.la Sadra no es la excepción. Es un tratado llamado “Shawahid” él relata sobre sus éxitos filosóficos, los cuales llegan al número de 170. De manera general, son considerados los principios fundamentales de su escuela: el principio de la originalidad de la existencia (en vez de esencialidad); el principio de la graduación infinita de la existencia; el principio del movimiento en la substancia de las cosas; el principio de la inmaterialidad de la imaginación; el principio de la Verdad Simple en todas las cosas (no siendo ninguna de ellas); el principio del origen corpóreo del alma y del cuerpo; la teoría del origen del mundo; la relación entre conocimiento y existencia.
Es vox populi que después de los sucesos del 11 de septiembre con las “Torres gemelas” se ha creado un odio e intolerancia denominado hoy “Islamofobia” hacia los musulmanes y eso sin duda marcó las prácticas y costumbres de quienes siguen el Corán y las enseñanzas de Muhammad, la cual se ha expandido como una epidemia con la ayuda de las redes sociales; así como la ayuda misma consiente o inconsciente de la mayoría de los musulmanes, los cuales llevados por su ego de verse y hacerse ver por el resto del mundo, publican fotos, videos; etc… develando su intimidad a un precio de gallina muerta, rifando no solo su intimidad, sino la de su familia y lo peor de toda la seguridad de su entorno.
La civilización islámica, que desde las conquistas de los musulmanes hasta la aparición de los mongoles, había puesto al territorio del Islam como el precursor de todo el mundo civilizado y educador de la humanidad en relación al orden, la disciplina moral, la superioridad del nivel de vida, la generosidad y la eliminación de todo prejuicio, así como potenciador del desarrollo y la elevación en áreas de la ciencia y la cultura, fue sin duda un periodo luminoso de la civilización humana. Y el mundo de hoy le debe a la civilización islámica tanto como le debe a la civilización griega, con la diferencia en que la cultura islámica aún ejerce una influencia espiritual y no carece de atracción ni de espiritualidad.
Desde que la Esencia Divina no tiene parangón ni símil, ni se puede suponer un equivalente o semejante a Dios, puesto que Él, Glorificado Sea, es tan Sublime que el hombre no puede conocer su naturaleza, entonces no hay camino para el ser humano a través del cual pueda conocer la realidad de la Esencia Divina, solo que al mismo tiempo puede conocerle, Glorificado Sea, a través de Sus Atributos de ÿamâlîiah y ÿalâlîiah... Con “Atributos de la Esencia” se quiere significar aquellos Atributos para cuya representación es suficiente con concebir la sola Esencia Divina y necesariamente se infieren de la misma, como lo son el conocimiento, el poder y la vida, que se infieren a pesar de que no surja de Él ninguna acción en absoluto.
En una noche muy oscura Muhammad se escondió en la cueva de Saur acompañado por Abu Bakr. Los infieles Quraishitas lo buscaron por tres días hasta desilusionarse. Luego, Muhammad salió de su escondite y se dirigió a Medina. Viajando cinco noches bajo la bella luz de una luna ascendente, Muhammad bajó de su camello en Quba, un suburbio de Medina, el 9 de Rabi-al-Awwal, el 21 de Septiembre de 622. Pasados tres días Muhammad entró a la ciudad, donde la gente le dio un gran recibimiento y dirigió la primera prédica del viernes, el 24 de Septiembre. Aquí, Muhammad compró un terreno donde construyó una sencilla casa de oración conocida actualmente como la Mezquita del Profeta. Junto a ella fueron construidas algunas casas para sus familiares. Estas casas tenían de diez a doce palmos de longitud, y estaban hechas de ladrillos secados al sol.
El gran filósofo iraní Husein Nasr es heredero de la rica tradición metafísica de Irán donde confluyen grandes espíritus como Sorawardi, Mirdamad, Rumí o Mulla Sadra. También Nass es un profundo estudioso de la filosofía occidental y de sus corrientes ontológicas. Este texto es un análisis de este gran pensador sobre las Ciencias Sagradas y la metafíca tradicional, hoy olvidada en occidente y suplantada por las corrientes materialistas, neopositivistas y pragmáticas.
Está escrito en la Torá (original), que en el Día del Juicio Dios enviará a setecientos mil ángeles, quienes llevarán consigo cadenas de oro, para que traigan consigo a la Ka‘bah al escenario de la Resurrección, y ellos lo harán. Entonces un ángel dirá: “¡Oh Ka‘bah de Dios! ¡Muévete!”. Y responderá: “No me iré hasta que me sea satisfecha mi necesidad”. El ángel de Dios dirá: “¿Qué necesitas? Pídelo de forma que te sea otorgado”. Responderá: “¡Dios mío!, Tus siervos desobedientes vinieron a Ti desde territorios lejanos, ...
El 18 de Zul Hiyya de cada año se celebra en el mundo Shiita el aniversario de la declaración de Gadir Khum en la cual el Profeta dijo acerca del Imam Ali: Para quien yo sea su Maulá (autoridad política y espiritual), este ´Ali es su Maulá. Este suceso es de tanta importancia para los Shiitas que ningún sabio sensato puede ignorarlo. El propósito de este artículo es estudiar de que forma el suceso de Gadir Khum fue manejado por los orientalistas. Por ‘orientalistas’ nos referimos a la investigación occidental acerca del Islam y también a aquellos que recibieron todo su entrenamiento Islámico bajo la guía de estos eruditos.Antes de continuar, no quedaría fuera de lugar una breve narración del suceso de Gadir Khum. Esto ayudará especialmente a aquellos que no están familiarizados con Gadir Khum.
Aunque Abu Lahab frecuentemente tenía éxito en disuadir a la multitud que se reunía para escuchar el mensaje del Islam, sin embargo, estas palabras se esparcieron en la Meca. La gente hablaba del mensaje del Islam. Los más cautelosos entre ellos planteaban la pregunta de ¿cuál es esa religión a la cual Muhammad nos está invitando? Esta pregunta mostraba la curiosidad de parte de ellos, y un tanto de estos querían saber más acerca del Islam. En los días siguientes, Mu?ammad, el mensajero de Dios, trató muchas veces de predicar a los ciudadanos de la Meca. Abu Lahab y su confederado Abu Ÿahl, hicieron lo que estaba a su alcance para sabotear su trabajo, pero no pudieron disuadirlo de su objetivo.
La sagrada religión del Islam se asienta sobre dos importantes pilares que son la emigración y el yihad (la lucha por la Causa de Dios). Y el Sagrado Corán santifica ambos asuntos y elogia enfáticamente a quienes emigran.Emigrar, en el Islam, significa dejar la propia morada y asentamiento para ir a radicarse en otro sitio a fin de poner a salvo la propia religión y fe. Muchos versículos del Generoso Corán se refieren a este asunto.

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