Ammar ibn Iasir fue uno de los compañeros del Profeta (s.a.w.) más respetados y fiel compañero del Imam ‘Alî (a.s.). Formó parte del grupo de aquéllos que fueron torturados brutalmente por defender al Islam. Participó en las dos hiyras (emigraciones), primero hacia Abisinia y la segunda hacia Medina. Rezó hacia las dos qiblahs -Bait al-Muqaddas y la Ka‘bah-. Participó en todas las batallas del Islam y fue martirizado en la batalla de Siffîn, el 9 de Safar del año 37 de la Hégira.. Este texto continua en la exposición sobre las mujeres y hombres que siendo esclavos se elevaron al puntal más alto de la existencia ,lograr la complacencia de Dios.
Esta sura mequinense, según la referencia de algunos hadices, fue revelada cuando el Profeta (PB) se sentía preocupado, por el largo tiempo que había transcurrido sin haber recibido nuevas revelaciones y cuando la oposición de los enemigos se había incrementado, fue revelada y cual una lluvia de misericordia, se posó en el corazón puro del Profeta, brindándole un nuevo fervor y cortando la lengua de los maledicientes.A continuación presentamos una exégesis de esta bella sura coránica. 
Al-Andalus para los musulmanes, Sefarad para los judíos. Nombres que evocan un capítulo único en la historia, cuando musulmanes, judíos y cristianos lograron crear en la península Ibérica una sociedad vibrante marcada por la convivencia en un clima de tolerancia. Un mundo donde un judío podía ser el visir del califa y el epitafio de un rey cristiano estaba escrito en latín, árabe, hebreo y castellano. Una cultura que se nutría de matemáticos, filósofos, poetas y músicos, independientemente de su credo, y que irradió a Europa las primeras traducciones de Platón y Aristóteles, la tradición de la lírica amorosa y la poesía profana, los avances en matemáticas y medicina, y los logros en arquitectura y tecnología.Este artículo nos adentra en ese gran capítulo de la historia de la tolerancia religiosa en la humanidad .
El consumismo en este mundo y el juego publicitario, es cada vez mayor, con sólo observar las tandas publicitarias que ocupan la mayor parte de la programación en televisión, nos damos cuenta que la carga subliminal hacia los más pequeños aumenta día a día, y al entrar en sus mentes que por cierto son todavía frágiles, se apoderan de su sensibilidad para capturarlos en sus redes cautivadoras para sólo decirles “Cómprame”.“Subliminal” son los mensajes que nuestro sub-consciente capta a través del oído y la vista provocando un comportamiento en el individuo, como lo señala Gonzales; es decir subliminal, por debajo del umbral mental de la conciencia, que se compone de todo lo que percibimos, mientras somos conscientes de nuestra percepción, en otras palabras se trata de una manipulación del inconsciente.
La misma situación tuvo lugar en tiempos del primer califa Abu Bakr (11-13H) y no diferían sobre la forma de hacer el Wudu. Fue similar en el periodo del segundo califa ‘Úmar ibn al-Jattab (13-23H), excepto por el hecho que permitió frotarse sobre los calcetines en lugar de sobre los pies como lo ordena el sagrado Corán (5:6). Sin embargo, las diferencias en cuanto a la forma de hacer el Wudu comenzaron en el periodo del tercer califa, ´Uzman ibn ‘Affan (23-35H). Fue en esta época cuando empezaron a lavar sus pies en lugar de frotarlos. Al-Muttaqi al-Hindi, en su libro Kanz al-´Ummal menciona que el tercer califa, Uzman ibn ‘Affan (durante su califato) fue el primero en diferir en la realización del Wudu. En ?a??? al-Muslim y Kanz al-’Ummal, ‘Uzman ibn Affan dice que durante su califato algunos de los compañeros del Profeta quienes realizaban su Wudu de una forma diferente de cómo lo realizaba él, le atribuían ésta práctica al Profeta. Más de veinte narraciones- todas narradas por el tercer califa-son acerca de su nueva forma de realizar el Wudu. Estas narraciones indican la penetración de un nuevo método.
La filosofía que subyace en el hiyab de la mujer en el Islam consiste en que la mujer se cubra cuando esté con hombres a los que no está unida por ley divina (no mahram -personas con las que es lícito casarse-), de forma que no se exhiba. Los versículos del sagrado Corán referentes a este tema lo afirman y los jurisconsultos religiosos lo confirman.
“Salud Pública y Economía política: el caso del alcoholismo” es el título del libro escrito por el médico argentino Jorge Pellegrini, quien en un intento de visualizar la problemática desde una óptica sociológica intenta dilucidar con datos estadísticos y análisis riguroso la trama que hay detrás de este flagelo que cada vez con mayor intensidad azota a más familias en América Latina y en Argentina en particular.
Es cierto que no es el objetivo del Noble Corán descubrir y exponer fenómenos científicos, ni establecer las leyes específicas que rigen todo el acontecer en el mundo, ni tampoco explicar las propiedades o modus operandi de la naturaleza. No debemos esperar del Corán que discuta de una manera organizada, las distintas ramas de la ciencia y que analice los tópicos vinculados a cada una de ellas, o que resuelva los problemas que se planteen en los distintos campos bajo estudio.
Golam Ahmad, el fundador de la Secta Ahmadiyya, ha proclamado en diferentes ocasiones que ha sido designado por parte Dios como profeta. En el primer momento anunció que se le inspira por parte Dios, sin proclamación de ser un profeta o un sucesor (califa o walí). Posteriormente en segundo momento dijo que Dios levanta a una persona cada cien años para renovar la religión de esta nación, y luego anunció que puesto que la cadena de la profecía divina se finalizó con el Profeta del Islam, la cadena de la sucesoria (califato) del Profeta del Islam se ha acabado por medio de su propia persona –Golam Ahmad-. Por lo tanto, él, se le denominó el Sello de los Sucesores del Profeta del Islam, a lo cual no lo siguiera otro sucesor sino que prometiera su lealtad. Golam Ahmad quiso que el califato continuará en el Islam ya que seguía el linaje de los Hijos de Israel, y puesto que Dios no le había informado los nombres de los califas anteriores, no tenía conocimiento pero tenía fe en ellos implícitamente.
Hasad consiste en el deseo de que las ventajas o bendiciones que alguien posee se aparten de él. Si uno simplemente aspira a tener las mismas ventajas que otra persona, ello sería “gibtah” (es decir: envidia sin maldad), y si uno tiene el deseo de que alguien siga disfrutando de una ventaja o beneficio, el cual merece, esto sería nasíhah (buen consejo o deseo de bien al prójimo). Lo que constituye un vicio entre todos estos estados es hasad, que provoca que el individuo merezca el castigo, tanto en este mundo como en el otro. La persona envidiosa no conoce la paz, está siempre ardiendo en el fuego de los celos. Más aun, su envidia destruye los valores de todas sus buenas obras, tal como se menciona en la tradición profética: “La envidia consume las virtudes como el fuego consume la leña”.

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