Ashura, la resistencia que continúa viva

“Yo veo en la muerte, solo felicidad, y en el vivir con un tirano, solo desdicha”

Sdenka Saavedra Alfaro[1]

Nos encontramos en el mes de Muharram[2], en este 2017,el primero del calendario islámico, un punto culminante en la historia del islam y del mundo entero; pues tiene una importancia muy grande y fundamental debido a su décimo día que es el día de Ashura[3], día del martirio del Señor de  los Mártires, el Imam Hussein (P)[4], en realidad su asesinato y los trágicos acontecimientos que la acompañaron; ya que el levantamiento que inició nunca morirá y continuará más vivo que nunca.

Su valentía, y su heroísmo son un ejemplo para todas las generaciones de todos los tiempos; pues el Imam Hussein (P) junto a sus compañeros sabían que su victoria militar contra el opresor sería imposible; pero conseguirían una victoria moral y espiritual, la que continúa de pie, ya que esta gran tragedia sigue anidado en el corazón y la mente de los creyentes, pues ni las potencias imperialistas, ni sionistas podrán borrar de la historia del mundo al shiismo[5]; ya que su objetivo es y será siempre la lucha en contra la opresión de los más débiles.

Es que con su levantamiento, este caudillo[6], como se denomina en América Latina al cabecilla que lucha en contra la tiranía y la opresión, dejó escrito en la memoria de todos, que “Morir con honor y gloria es mejor que vivir con humillación”[7]; pues debemos recordar que este gran guerrero se sublevó a la dictadura de Yazid[8], hijo de Muawiyya[9], en una batalla no proporcional[10], enfrentándose a un ejército de 40.000 hombres; mientras siendo ellos sólo 72 y esa fuerza, ese valor, ese coraje es digno de admiración; pues la revolución que inició continúa y continuará por siempre, en favor de los más débiles del mundo.

“La épica de Karbalá es, sobre todo, y antes que nada un movimiento político, un acto de obediencia a Dios y al principio de ordenar el bien y prohibir el mal. Un acto de espiritualidad y de moral. Con su levantamiento, el Señor de los Mártires pretende dejar por escrito un testamento intemporal que mueva los corazones de los musulmanes de todos los tiempos en defensa del mensaje profético y de los oprimidos del mundo. Para ello, avanza conscientemente hacia el martirio y no dudará en implicar a sus familiares y seguidores cercanos”[11].

Y en los acontecimientos de la actualidad, nos damos cuenta que hoy más que nunca “Todos los días son Ashura y toda la tierra es Karbalá”[12]; pues la opresión de los opresores y la tiranía hacia los oprimidos se encuentra estable y más presente que nunca.

Uno de los desastrosos ejemplos está en el odio, el racismo, y la islamofobia del actual Presidente de los Estados Unidos, Donald Trump hacia los musulmanes; el cual se manifestó desde su llegada a la Casa Blanca en enero pasado, por ejemplo, el pasado 27 de enero el mandatario suspendió por decreto la llegada de refugiados a suelo estadounidense procedentes de varios países musulmanes, acusados de una presunta implicación en agresiones relacionadas con el terrorismo dentro de EE.UU.

“Según la polémica orden, los ciudadanos de Irán, Libia, Somalia, Sudán, Siria y Yemen no podrán entrar a Estados Unidos durante un período de 90 días. La prohibición no incluye a quienes quieran visitar a familiares cercanos, pero en este concepto no se incluye a abuelos, nietos y tíos, entre otros”[13].

Y este veto recientemente se confirmó[14]; pues a éste el gobierno de los Estados Unidos añadió a Venezuela, Corea del Norte y Chad.

“Este nuevo veto migratorio para Corea del Norte, Venezuela y Chad se suma a los países alcanzados por la prohibición original de entrada de Trump que incluye a Irán, Libia, Siria, Yemen y Somalia”.

Y por si fuera poco esta expresión anti islámica, la manifestó también en su reacción a los atentados de la ciudad española de Barcelona, los pasados 17 y 18 de agosto[15] respectivamente, sugiriendo ejecutar a algunos musulmanes con balas bañadas en sangre de cerdo[16].

“Trump lanzó un nuevo tuit contra los musulmanes pese a que las comunidades musulmanas de todo el mundo han repudiado en reiteradas ocasiones los actos violentos del grupo takfirí EIIL, recalcando que las ideas de este y otros grupos terroristas no tienen nada que ver con el verdadero islam”.

Con esto estamos comprobando su rechazo al mundo musulmán, manchando el islam y promoviendo la islamofobia en el mundo; pues acudió en su tuit a una historia narrada hace un siglo, según la cual el general John Pershing capturó en Filipinas a 50 musulmanes resistentes a la invasión estadounidense y mató a 49 de ellos con balas bañadas en sangre de cerdo.

“Estudien lo que el general Pershing de EE.UU. hizo a los terroristas cuando fueron capturados. ¡No hubo más terrorismo radical islámico durante 35 años!”[17].

Otro ejemplo de éstas magnitudes es lo que está atravesando la minoría musulmana en Birmania, los rohingya, los que viven en la actualidad un apartheid, ante los oídos sordos de la comunidad internacional; ya que carecen de libertad de movimientos, derecho a la educación y el trabajo, y dependen de la ayuda de agencias como el Programa Mundial de Alimentos de la ONU, en un proceso que los exiliados en Tailandia han calificado de “Paquete de limpieza étnica” que según el ISCI, informe que mencionamos con anterioridad, que viene a sumarse a las denuncias de Human Rigths Watch, Amnistía Internacional[18]; este proceso genocida ha sido orquestado al más alto nivel del estado y está encabezado por funcionarios, monjes budistas y activistas de la sociedad civil.

Esta limpieza étnica contra los rohinyas se realiza en directa relación con la discriminación sufrida por este pueblo musulmán: su creencia religiosa, quienes huyen en masa hacia Bangladesh para encontrar refugio, tal como lo demuestran las imágenes satelitales que dan cuenta de este drama y crisis humanitaria, que cifra en al menos a 400 mil rohinyas buscando refugio en el vecino país de Myanmar, porque el actual régimen proocidental ha utilizado todo su poder de fuego para llegar a esta situación y alcanzar el actual estatus en el que el mundo ha demorado en reconocer.

Y no solo eso, ahora la dirigente birmana, Aung San Suu Kyi[19], premio nobel de la paz[20] en 1991 y actual Consejera de Estado, activa colaboradora de los Estados Unidos dice que el régimen de Birmania no habría tenido tiempo suficiente para abordar este genocidio[21]; pues es claro, aquí se evidencia un desentendimiento de responsabilidad sobre un hecho grotesco y escandaloso, una impresentable respuesta fuera de toda lógica y respeto mínimo por los derechos humanos, una burla a la inteligencia humana, ya que no sólo están siendo torturados; asesinados sino hasta quemados vivos[22].

En estos momentos, casi medio millón de rohinyas se encuentran establecidos en Bangladesh sin fecha de retorno[23], algo que deja muy satisfechos a los violadores de derechos humanos del neorégimen birmano y a sus colaboradores; pero es de suma urgencia aunar esfuerzos para que todas las naciones del mundo puedan hacer algo por lo que están atravesando los rohinyas, minoría musulmana que quieren que sea aniquilada.

Como podemos evidenciar vivimos en un mundo donde el odio hacia los musulmanes se ha acrecentado mucho más, pero además no debemos olvidar lo que están pasando países como Yemen, Siria, Palestina, Irak; entre otros los que también tienen parte musulmana, y los que en la actualidad sufren la tiranía y el atropello del imperialismo y del sionismo y sus aliados como Arabia Saudita, los que están sufriendo estas invasiones diarias por el egoísmo, la arrogancia de la riqueza y el poder.

Y en estas fechas tan importantes como lo es este mes de Muharram donde se encuentra el día de ashura, recobra la reflexión y el entendimiento de las enseñanzas del sacrificio en el camino de Dios, lo que hizo el Imam Hussein (P) al dejar todos sus bienes para emprender el camino de Dios, y aún en las últimas horas de la epopeya de Karbalá, incluso cuando su bebé Alí Asghar fue asesinado en sus brazos, el Imam Hussein (P) dijo: “Esta calamidad también es fácil para mí, porque Dios me ve”, y sus últimas palabras fueron: “Señor con todas las dificultades y tragedias, yo obedezco tu orden”[24], por otro lado, basta comprender las siguientes cuatro frases que él pronunció, para entender su mensaje:

“Yo veo en la muerte, solo felicidad, y en el vivir con un tirano, solo desdicha”[25].

El camino de la resistencia ya comenzó en exportar la existencia de quién fue el Imam Hussein, Ashura y Karbalá, porque sólo conociendo su historia, la gente oprimida ve en su ejemplo la lucha contra el opresor. Somos miles, pero seremos naciones…

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