Si queremos descubrir el espíritu de la emigración y el yihad, debemos recordar que emigrar significa liberarse de ciertas ataduras y limitaciones que se han vuelto indeseables, y que el yihad significa tanto combatir al enemigo como al ego. Sin estas dos ordenanzas divinas el hombre se convertiría en un ser abyecto esclavizado por sus necesidades inferiores, confinado en un ambiente donde le estaría negada toda libertad espiritual.
No existe posibilidad alguna de estabilizar la región de Oriente Medio sin que la presencia y la voz del denominado Eje de la Resistencia, sea considerada y esté presente en la mesa de cualquier negociación.El Eje de la Resistencia es una creación vital en Oriente Medio, conformado por la República islámica de Irán, el Movimiento Libanés Hezbolá, el gobierno Sirio, el Movimiento Yemení Ansarolá y otros grupos aliados en la lucha contra la entidad sionista y la injerencia occidental en Oriente Medio. Este Eje y los objetivos que persigue, van en el camino de ampliarlo al conjunto de la región y formar parte de las prioridades del mundo islámico, teniendo como centro a Palestina, la resistencia antiimperialista y la seguridad ante las agresiones de la entidad sionista.
Una de las brillantes leyes del Islam, de acuerdo con la escuela Ja'fari (shiíta), que es la rama formalmente establecida en nuestro país, es que el matrimonio puede ser de dos maneras: permanente o por un tiempo determinado. Tienen algunas disposiciones iguales y otras diferentes. Uno de los rasgos que los distingue entre sí, es que en el caso del matrimonio por tiempo determinado, el hombre y la mujer tomarán una decisión que los comprometerá a estar casados durante un plazo fijo, y al fin del mismo, si desean alargar el plazo, podrán hacerlo; si no lo desean, se pueden separar.
Donald Trump, el mandatario electo de los Estados Unidos tiene entre sus “objetivos” internos como también en el ámbito de su política exterior el tensionar la relación con los musulmanes a quienes considera como personas que “odian a Estados Unidos” ¿Cómo evitar esta conducta que según Trump los musulmanes sienten contra Estados unidos? Las medidas parecen ser simples en el razonamiento blanco y negro que mueve al magnate devenido presidente: estrechamiento de la vigilancia de la comunidad musulmana en Estados Unidos – que se calcula en cerca de 7 millones de habitantes – como también el restringir la entrada de creyentes de esta confesión religiosa, declarado en plena campaña presidencial. Esto, a propósito de la matanza de San Bernardino en California – en diciembre del año 2015 - donde los atacantes dieron muerte a 14 personas supuestamente bajo la inspiración de la doctrina takfirí propagada por EIIL – Daesh en árabe – que se sumó a los atentados de París en Noviembre del año 2015, que permitió al otrora candidato Donald Trump afirmar que “debemos bloquear completa y totalmente la entrada de musulmanes en Estados Unidos porque son personas que odian a la población de nuestro país en actos más allá de lo comprensible y que se instaure hasta que las autoridades averigüen qué está pasando”.
Uno de los amigos cercanos del Imam Sâdiq (la paz sea con él) llamado Mufaddal, envió una carta al Imam, en la que le decía: “Existe últimamente entre nosotros un grupo de gente que niega la existencia de Dios y habla y discute del tema con otros”. En ésta le pedía que respondiera a las dudas y argumentos que estas personas planteaban.
Las agresiones contra Siria, Irak, Yemen y Libia, fundamentalmente, se han convertido en parte de los frentes más importantes de lo que es ya una realidad: la Tercera Guerra Mundial.Una Guerra de alcance planetario, que además presenta otras áreas de conflictos, como es el caso de la región del Donbaas, que soporta una guerra de acciones militares y permanente tensión política y social desde abril del año 2014 principalmente en las regiones de Luganks y el Donetsk, autoproclamadas como Repúblicas Populares. Ello, tras los hechos que desencadenaron el derrocamiento del ex Presidente Ucraniano Viktor Yanukovich en febrero del año 2014, a manos de los movimientos proeuropeistas e influenciado también por la decisión de los habitantes de la Península de Crimea de volver al seno de Rusia, uno de los factores esgrimidos, para sancionar a la Federación Rusa.
El wahabismo que se confunde en el seno saudí con una práctica política y religiosa, es una doctrina intolerante con todas aquellas creencias, que no se subordinen a su visión del mundo y su interpretación del Corán. Un credo que señala como incompatible cualquier otra filosofía religiosa, que sea contraria a la interpretación salafista y que es considerada por el Wahabismo como una anatema.Esta visión de mundo, que hunde sus raíces en el siglo XVIII cuando el jeque Muhammad ibn Saud convirtió en ley fundamental de su dominio el catecismo de una secta fundamentalista sunní creada por Muhamad Ibn al Wahab - el Wahabismo - doctrina religiosa que encontrará en la Casa al Saud y su Monarquía el catalizador para tratar de expandir su ideología en el conjunto de la Umma.
La monarquía saudí participa activamente en la génesis, financiamiento y desarrollo de movimientos terroristas takfiríes: Daesh y el Frente Al-Nusra, fundamentalmente, con el objetivo de desestabilizar Oriente Medio. La agresión contra Siria e Irak llevada a cabo por movimientos terroristas takfiríes, las constantes violaciones a los derechos humanos de la población bahreiní por parte del régimen de Al Jalifa y los bombardeos indiscriminados contra la población civil en Yemen, para tratar de aplastar al Movimiento Popular Ansarolá, tienen un denominador común: la activa participación de la monarquía saudí en la génesis, financiamiento y desarrollo de estas acciones de desestabilización en Oriente Medio.Intervención que se expresa, ya sea en el financiamiento y apoyo material de los grupos salafistas, como también el liderar las acciones militares con tropas y medios aéreos contra los afanes libertarios de las poblaciones de sociedades regidas por regímenes aliados de la Casa al Saud.
 “El Imam atacó a sus enemigos. En la batalla recibió treinta y tres heridas de lanza y treinta y cuatro cortes de espada. Estaba cansado, sediento, hambriento y desconsolado. De pronto, escuchó un llanto. Apoyó su lanza en la silla de montar.” “Abu Al-Jutúf Ya’afa hirió la frente del noble Imam con una flecha que le rompió el hueso frontal. Quiso parar la sangre que manaba de la herida pero vio que era imposible. Se desató el cinturón y tomó el faldón de su camisa para tratar de taponar la herida de su frente, pero otra flecha de tres puntas envenenadas se le clavó en el pecho.
“A las 8.45 del 11 de septiembre de 2001 Estados Unidos sufrió el peor ataque de su historia en su propio suelo por parte de sus enemigos extranjeros. Visto que los detalles de lo que sucedió ya son tan conocidos como los del 7 de diciembre de 1941 y los del 11 de septiembre de 1939, no me voy a extender sobre el número de aviones utilizados, la cantidad de víctimas mortales o las múltiples llamadas telefónicas de adiós por parte de seres queridos que viajaban en los aviones que los terroristas suicidas estrellaron en el World Trade Center y en el Pentágono. Lo que sí desearía hacer, ahora que me acerco al final de este libro, es formular una serie de puntillosas preguntas a nuestro Comandante en jefe, quien por haber sido designado por los amigos de papá (Bush) en el Tribunal Supremo, piensa que no tiene que responder a nada. Aquel día murieron 3.000 personas y hay algo en dicha tragedia que a mí y a un montón de gente más no nos acaba de cuadrar. Así que señor Bush, ¿podría aclararme estas cuestiones? 

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