De un tiempo a esta parte hemos sido testigos como nunca de una serie de atentados terroristas, asesinatos, raptos, genocidios, intervenciones armadas; etc… en suma una serie de injusticias que se viven en estos tiempos; lo que ha conllevado a buscar a culpables y por supuesto las posibles “soluciones” a cada uno de estos acontecimientos catastróficos, nefastos y hasta inhumanos.
El Libro del Génesis nos cuenta que Abraham no tenía hijos, ni esperanza de  descendencia, y que una noche Dios lo llamó fuera de su tienda y le dijo: «Mira al cielo y cuenta, si puedes, las estrellas.» Y mientras Abraham contemplaba las estrellas oyó que la voz decía: «Así de numerosa será tu descendencia.» 15:5  La esposa de Abraham, Sara, tenía entonces setenta y seis años, habiendo sobrepasado hacía ya tiempo la edad de tener hijos, mientras que él contaba ochenta y cinco; ella le dio, pues, su esclava egipcia Agar para que pudiera tomarla como segunda esposa. Pero surgió el resentimiento entre la señora y la esclava, y Agar huyó de la cólera de Sara y clamó a Dios en su aflicción.
Desde el 25 de marzo de 2015 la comunidad internacional ha sido testigo de las múltiples atrocidades cometidas por la monarquía saudita quien en confabulación con otros países de manera directa es la culpable de las masacres que se están suscitando en este momento en Yemen, ciudades y más que todo la población civil son los testigos de la injerencia bélica y del ataque desmedido del país árabe hacia la población yemení. La mayoría de los medios internacionales proclives a los países que quieren doblegar y dominar la zona hasta la fecha y como de costumbre en la mayoría de sus informes, solo muestran retazos de sus verdades que quieren informar.
Las agresiones contra Siria, Irak, Yemen y Libia, fundamentalmente, se han convertido en parte de los frentes más importantes de lo que es ya una realidad: la Tercera Guerra Mundial.Una Guerra de alcance planetario, que además presenta otras áreas de conflictos, como es el caso de la región del Donbaas, que soporta una guerra de acciones militares y permanente tensión política y social desde abril del año 2014 principalmente en las regiones de Luganks y el Donetsk, autoproclamadas como Repúblicas Populares. Ello, tras los hechos que desencadenaron el derrocamiento del ex Presidente Ucraniano Viktor Yanukovich en febrero del año 2014, a manos de los movimientos proeuropeistas e influenciado también por la decisión de los habitantes de la Península de Crimea de volver al seno de Rusia, uno de los factores esgrimidos, para sancionar a la Federación Rusa.
Muḥammad ibn ʿAbd Allah ibn ʿAbd al-Muṭṭalib ibn Hāshim (Arabic:محمد ابن عبدالله ابن عبدالمطلب ابن هاشم) ('Am al-Fil / 570 Mecca – 11/632 Medina) es el profeta del Islam. Fue el último profeta y uno de los profetas Ulu l-'Azm (“profeta de gran estatura”). El milagro más importante del Profeta (s) es el Corán. Fue un mensajero del monoteísmo y de la moralidad. Además fue un líder espiritual, religioso, un reformador social y un líder político.
Los musulmanes, la comunidad de Muhammad (SWS) han sentido desde siempre un vínculo emotivo intenso y una atracción inevitable hacia la figura y personalidad del Profeta del Islam, Muhammad Ibn Abdillah, las bendiciones de Allah sean sobre él y su Purificada Familia. Y dichos sentimientos han generado multitud de manifestaciones de reconocimiento en forma de qasidas, loas, hermosas caligrafías con su bendito nombre que adornan las mezquitas y los hogares de los musulmanes, muestras de amor en definitiva y además… celebrando colectivamente el aniversario de su nacimiento (mawlid).
Esta sura mequinense, fue revelada en los inicios de la convocatoria pública del Profeta (PB). Es la única, que nombra y ataca duramente, a uno de los enemigos del Islam. Esto es una demostración de que aquella persona, guardaba una particular enemistad hacia el Profeta (PB). Tanto este hombre como su esposa, no se privaban en absoluto de agraviarlo con toda clase de insultos, molestias y ofensas. Muy claramente el Corán, anuncia que ambos serían moradores del Infierno y que ya no existía ninguna vía de salvación para ellos. Este anuncio se hizo realidad, ya que finalmente ambos murieron incrédulos.
En estos días en que el gran líder cubano ha dejado este mundo se ha desatado un mar de tinta y comentarios acerca de su trascendente personalidad. No he podido ni he querido sustraerme a pensar en este hombre extraordinario que conmueve a gran parte del mundo. Tiene cosas buenas que enseñar a la humanidad y tiene carencias a mi juicio importantes que es necesario no perder de vista a la hora de elogiar sus logros.
La civilización islámica, que desde las conquistas de los musulmanes hasta la aparición de los mongoles, había puesto al territorio del Islam como el precursor de todo el mundo civilizado y educador de la humanidad en relación al orden, la disciplina moral, la superioridad del nivel de vida, la generosidad y la eliminación de todo prejuicio, así como potenciador del desarrollo y la elevación en áreas de la ciencia y la cultura, fue sin duda un periodo luminoso de la civilización humana. Y el mundo de hoy le debe a la civilización islámica tanto como le debe a la civilización griega, con la diferencia en que la cultura islámica aún ejerce una influencia espiritual y no carece de atracción ni de espiritualidad.
Sin duda, Fidel ha sido el hombre que ha cambiado algunos de los paradigmas políticos a partir de sus principios contra el imperialismo y que no solo lo ha enarbolado, sino que la ha puesto en acción cuando en enero de 1959, junto a sus compañeros derrocan al ilegítimo régimen de Fulgencio Batista, aquel que era el satélite y sirviente de la administración norteamericana y que no solo fue la toma física del poder sino la liberación de aquellos hombres que pedían igualdad y justicia social. Los axiomas revolucionaron se pragmatizaron en la creación de un estado Comunista con una identidad propia: la de los cubanos donde hay una mezcolanza de razas y que más allá de ello la igualdad en casi todas las esferas: más allá del color de su piel o su estatus social.