“Cuando los mercenarios de Yazíd trasladaban a los miembros de Ahl ul-Bayt (a.s.) hacia Damasco, Umm Kulzúm (a.s.) pidió hablar con Shimr y le dijo: “Tengo que pedirte algo.” Shimr dijo: “¿Qué cosa es?” Ella dijo: “Allí está la ciudad de Damasco. Haznos entrar por una de las puertas de la ciudad que menos tránsito tenga para que nos vea el menor número posible de personas y haz que las cabezas cortadas de nuestros mártires vayan delante de nosotras para que las gentes, mirando sus rostros luminosos, no se preocupen de mirarnos a nosotras.” Pero Shimr, contrariando los deseos de la hija de Amir al-Muminín (a.s.), dio la orden de hacer entrar a los miembros de Ahl ul-Bayt (a.s.) por la puerta de las horas, que era la más concurrida de todas, y llevar las cabezas cortadas sobre las lanzas a los lados de los palanquines. Así fueron conducidos hasta llegar junto a la mezquita mayor, lugar destinado para albergar a los prisioneros.
La primera etapa de la emigración del Profeta se cumplió felizmente sobre la base del plan establecido. En el medio de la noche el Profeta se había refugiado en la cueva de Zaur desbaratando el plan de sus enemigos y desconcertando a sus perseguidores. No sentía mientras permanecía allí ni el más mínimo desconcierto por el contrario consolaba a su compañero de viaje en los momentos más críticos: “‘¡No te aflijas, porque Dios está con nosotros!’ Dios infundió en él (Abu Bakr) Su sosiego, le confortó con tropas celestes que no pudisteis ver, anuló la palabra de los incrédulos y exaltó la palabra de Dios, porque Dios es Poderoso, Prudente. ” (9:40)
El gobierno de la Meca poseía una casa llamada Daru-n-Nadua que se destinaba a discutir los asuntos políticos de la comunidad. En ella se reunían los jefes de las tribus e intercambiaban ideas respecto a asuntos complejos. En los años 12 y 13 de la misión profética los mequinenses idólatras se enfrentaron de pronto con un gran peligro proveniente de los musulmanes que amenazaba su existencia e independencia. El importante asentamiento que los musulmanes habían conseguido en la ciudad de Iazrib y la protección que las tribus locales brindaban a los musulmanes y al Profeta eran un antecedente grave...
Cuenta Alamah Tabatabaii: “Mi esposa y yo éramos familiares cercanos de Alamah Qadhi. Él nos visitaba cuando estábamos en Nayaf. Nosotros tuvimos hijos, pero todos habían muerto en su niñez. Un día el Sayyed Qadhi fue a nuestra casa, mi esposa estaba embarazada y yo todavía no lo sabía; al despedirse le dijo a mi esposa: ¡Prima! Esta vez este niño tuyo sobrevivirá, es varón y no le llegará ningún daño; su nombre será Abdul Baqi (siervo del Eterno). Me alegré por lo que Qadhi había dicho; Dios nos otorgó un hijo y como él lo predijo no falleció como los otros y lo llamamos Abdul Baqi”.
Cuando los gobernantes abasidas llegaron al poder, iniciaron las peores atrocidades y torturas contra los Santos Imames (a.s.). Básicamente consideraron a la escuela de Ahlul Bait (a.s.) y a cualquiera de sus partidarios como objetivos a quienes oprimir y aplicarles restricciones extremas. Fueron arrojados a horribles prisiones y fueron asesinados. Los poetas e historiadores han trazado un cuadro patético de las peligrosas circunstancias sufridas por los descendientes del Imam Ali y Fátima Zahra (a.s.)
El 3 de enero de 2020, es la fecha que desde el Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica de Irán (CGRI), confirmara la muerte del Comandante de las Fuerzas de Al Quds, el General Qasem Soleimani, a consecuencia de un bombardeo de aviones no tripulados por parte de Estados Unidos en Irak; martirio que sin lugar a dudas representó un hecho histórico a nivel mundial, pues de acuerdo a muchos analistas significó no sólo un golpe a Irán e Irak, sino que fue una declaración de guerra y sedición contra el frente de la Resistencia y la Comunidad Islámica, como se lo ha podido comprobar con las manifestaciones masivas que se diseminaron tras su muerte en Palestina, Cachemira, Irak, Líbano, Yemen, Irán, Nigeria, Latinoamérica y alrededor del mundo, incluyendo en Estados Unidos , y es que de hecho se lo debe reconocer, el Hayy Qasem Soleimani, fue el principal autor de la seguridad en las tierras islámicas y el comandante de la lucha contra el terrorismo y fue el amado de los corazones de la comunidad islámica y el frente de la Resistencia en todos los países islámicos, y todos aquellos que se han visto atacados por las Injerencias Imperialistas y Sionistas.
Todos los años un grupo de los árabes de Iazrib participaba en la celebración de los rituales de la peregrinación viajando a la Meca y el Enviado de Dios (B.P.) establecía comunicación con ellos. Fueron estas entrevistas las que prepararon el terreno para le emigración (Hégira) a Iazrib y también el origen de la concentración de la fuerza desunida del Islam en ese punto. La mayoría de las entrevistas, aunque no daban mucho beneficio, conseguían sin embargo que, de regreso en sus tierras, los peregrinos divulgaran como la noticia más importante la aparición de un nuevo Profeta. Expondremos a continuación, por su importancia, algunas de esas entrevistas del Profeta (B.P.) realizadas en los años undécimos, décimo segundo y décimo tercero de la misión, y tras su análisis se esclarecerán los motivos que llevaron al Profeta a emigrar de la Meca a Iazrib para concentrar allí las fuerzas del Islam naciente.
En el décimo año de su misión el Profeta (B.P.) y sus seguidores experimentaron acontecimientos felices y desgraciados. Ese mismo año como ya vimos el Profeta (B.P.) perdió a dos de sus grandes y sacrificados auxiliares y protectores: primero a su tío Abu Talib, la cabeza de Banu Hashim, el único protector de Muhammad entre los grandes, un firme creyente; luego, y cuando aún perduraba la tristeza por esta pérdida, se produce la muerte de su esposa Jadiya.
La ocultación mayor comenzó después de la muerte de Ali ibn Muhammad Sumari, en el 328 AH y la fuente de reférencia y diputación general de Su Eminencia, el Imam de la Era (a.s.) pasó a los grandes sabios. A través del periodo de la ocultación mayor algunas comunicaciones escritas han llegado de parte de Su Eminencia a prominentes personalidades Shia. Por ejemplo, el Imam envió algunas cartas al gran sabio y líder Shaikh Mufid, citaremos dos de ellas. De igual modo, ha sido demostrado por informes ampliamente difundidos que algunas personas piadosas y rectas chiitas han sido bendecidas por la presencia de Su Eminencia, y estos detalles serán presentados en las siguientes páginas.
Su Eminencia, el Imam Mahdi (a.s.) designó a algunos sabios prominentes y personas valiosas como sus emisarios, para que pudieran actuar como intermediarios entre él y los Shias. Su función fue la de plantear todos los problemas y preguntas de los Shias, buscando su respuesta y solución a través de Su Eminencia. Hemos ya mencionado algunas de las preguntas en las páginas anteriores. En las páginas siguientes proporcionaremos algunos detalles sobre los representantes especiales del Santo Imam (a.s.).