Relata el difunto Muqarram que la noche de ‘Âshûrâ el Imam se alejó de las carpas. Nâfi’ Ibn Hilâl, uno de los compañeros se le acercó y le preguntó por la causa de su partida, diciéndole: “Oh hijo del enviado de Dios, vuestro acercamiento a la hueste de este hombre rebelde, en esta noche me ha preocupado y atemorizado mucho”.
Según Ṯabarî y otros, a la tarde del día jueves del noveno día de Muharram, ‘Umar Sa’d dio la orden de atacar. A esa hora, el Imam Ĥusaîn (la paz sea con él), fuera de su tienda, se había inclinado hacia su espada y un liviano sueño se apoderó de él. Cuando Ẕaînab al Kubrâ (la paz sea con ella), oyó la voz del ejército de ‘Umar Ibn Sa’d, se acercó al Imam diciendo: “Hermano, el enemigo se está acercando a las tiendas”. El Imam levantó su cabeza y dijo: “Ya he visto a mi abuelo, el enviado de Dios, en el sueño que me dijo: “Hijo mío, ciertamente que pronto regresarás hacia nosotros…”.
El Imam (la paz sea con él) le dijo a ‘Umar Ibn Sa’d: “Oh, hijo de Sa’d, ¿acaso quieres luchar contra mí, conociéndome y sabiendo quién es mi padre? ¿Acaso no temes a Dios, sabiendo que tu regreso será hacia Él? ¿No quieres unirte a mí y dejar a ellos? Ciertamente que esta práctica es más cercana a Dios…
La caravana del Imam (la paz sea con él), y paralelamente, las huestes de Ĥurr siguieron su marcha hasta llegar a Naînaûâ. En este lugar se encontraron con un hombre armado montado a un caballo veloz, que era un mensajero de Ibn Ẕiâd y portador de una carta de su parte hacia Ĥurr. El texto de la carta decía: “En el momento de recibir esta carta presiona a Ĥusaîn Ibn ‘Alî y haz que descienda en un desierto sin agua ni vegetación, ni lugar de refugio”.
Oh, gentes: ciertamente que el enviado de Dios dijo: “Quien observe y vea a un gobernador opresor- que haga lícito lo que ha sido ilícito por Dios, y rompa el pacto con Él y se oponga a la sunnah (tradición) de Su enviado, y abra el camino de la enemistad y el pecado entre los siervos de Dios-, y calle, y no se levante frente a él con su palabra, es derecho de Dios poner a esta persona en el mismo lugar que el opresor (que es el fuego infernal). Sabed que ellos (los Omeyas), abandonaron la obediencia a Dios y siguieron la obediencia a Satanás...
La religión islámica está compuesta por doctrina y jurisprudencia (esto es, una visión sobre lo existencial, y otra sobre lo que debe o no debe ser), lo cual es denominado “Principios de la Religión” y “Ramas de la Religión”. En los temas anteriores nos familiarizamos con los Principios de la Doctrina Islámica según la concepción Shî‘ah de una manera argumental. Así también se esclareció la postura y opinión shiíta respecto a la consideración que poseen los hadices del Profeta (BP) y Ahl-ul Bait (P). Ahora debemos brevemente hacer referencia al método y conducta jurídica de la Shî‘ah, como así también a algunas cuestiones jurídicas en las cuales la Shî‘ah posee una opinión y posición particular.
La religión islámica está compuesta por doctrina y jurisprudencia (esto es, una visión sobre lo existencial, y otra sobre lo que debe o no debe ser), lo cual es denominado “Principios de la Religión” y “Ramas de la Religión”. En los temas anteriores nos familiarizamos con los Principios de la Doctrina Islámica según la concepción Shî‘ah de una manera argumental. Así también se esclareció la postura y opinión shiíta respecto a la consideración que poseen los hadices del Profeta (BP) y Ahl-ul Bait (P). Ahora debemos brevemente hacer referencia al método y conducta jurídica de la Shî‘ah, como así también a algunas cuestiones jurídicas en las cuales la Shî‘ah posee una opinión y posición particular.
El Antiguo Testamento no es muy claro acerca de la otra vida, de ahí que, los judíos no enfaticen en la vida después de la muerte. El nuevo testamento ha tratado este asunto y abarca claramente la temática de la otra vida; consecuentemente, los cristianos -en general- se subscriben a la creencia en la otra vida. Yo sé que el sagrado Corán confirma esta creencia, pero me gustaría saber si es considerada uno de los principios de la fe en el Islam.
En el año 60 de la hégira, me dirigía a Meca junto a mi madre para peregrinar. Cuando entré al recinto sagrado, (teniendo en mi mano la rienda de la camella de mi madre), me encontré con la caravana del Imam Ĥusaîn (la paz sea con él). Me apresuré para verlo y, luego de saludarlo y expresar mis respetos, le dije: “Oh, hijo del enviado de Dios, que mis padres se sacrifiquen por ti. ¿Cuál es el motivo por el que te apresuras en salir de Meca antes de tu peregrinación?” El Imam dijo: “Si no me apresuro me detendrán”.
WILSON: La evidencia la cual ha sido discutida es muy convincente y ofrece un gran respaldo a la profecía de Muhammad. La superioridad misma del Corán es la primera evidencia de esta verdad y de muchas más profecías dadas. Yo me pregunto si el Viejo y el Nuevo Testamento contienen alguna profecía que nos advierta del advenimiento del profeta Muhammad.