Tras el final de la batalla los efectos políticos de la derrota de los musulmanes quedaron a la vista. A pesar de mostrarse firmes y pacientes contra el enemigo victorioso, impidiendo una nueva ofensiva después de Uhud, las instigaciones internas y externas para exterminar el Islam se acrecentaron. Los hipócritas, los judíos medinenses, los inicuos de las afueras de la ciudad y las lejanas tribus impías, se llenaron de osadía y no cesaron de instigar, de tramar complots y reunir huestes y armas para derribar la fe naciente. Con gran habilidad el Profeta fue sorteando estos múltiples obstáculos. Sofocaba las sublevaciones internas y se imponía a las tribus, también internas, que intentaban atacar Medina. Le fue informado en cierto momento que la tribu de Banu Asad había planeado tomar Medina, realizar una matanza y saquear los bienes de los musulmanes. De inmediato el Profeta envió a un grupo de 15 personas, comandadas por Abu Salama, al lugar donde se encontraban los intrigantes. Muhammad le había ordenado al comandante ocultar el motivo principal de su viaje, y tomar un camino desconocido por el enemigo. Le ordenó a este fin descansar durante el día y viajar de noche.
Yo creo que, hoy en día, tanto ustedes como nosotros estamos hablando una misma cuestión pero con dos lenguas diferentes. Hay dos grandes movimientos, uno, el movimiento latino, representado en manifestaciones como la de Castro, como la Correa, la de Morales, la de Ortega, la de Chávez; y obviamente demuestran, que están en un frente en común con los movimientos de Medio Oriente en contra del capitalismo sionista y del imperialismo americano, por lo tanto estamos siendo testigos de estos dos grandes movimientos, tanto el de la resistencia islámica en nuestros países, en Medio Oriente, y el de ustedes aquí, en Latinoamérica. Los medios de comunicaciones occidentales capitalistas e imperialistas, desgraciadamente, a través de sus mentiras, la difamación y la tergiversación de la información, están dando una muy mala imagen de distintos pueblos, entre los cuales nos encontramos tanto ustedes como nosotros, los pueblos de Asia, los pueblos de América Latina, lo pueblos de África y todos nosotros somos víctimas de un mismo, de una misma opresión.
Decenas de miles de profetas fueron enviados a lo largo de la historia y en todos los rincones del planeta y ejercieron su destacado rol en la guía y educación de los seres humanos dejando efectos extraordinarios en la humanidad. Cada uno guió a un grupo de hombres de acuerdo a creencias correctas y elevados valores y tuvieron efecto indirecto en los demás. Algunos de estos profetas tuvieron éxito en construir una sociedad monoteísta y justa, desempeñando el liderazgo de las mismas.
Entre ellos, los profetas, Noé, Abraham, Moisés, Jesús, la paz sea con ellos, trajeron libros que contienen leyes, normas individuales y sociales, obligaciones morales y legales acordes con las condiciones de su época. Pero estos libros con el paso del tiempo, o desaparecieron o sufrieron tergiversaciones en su letra o significado, y como resultado devinieron en unas leyes celestiales deformadas. Así como la Torah (Pentateuco) de Moisés, la paz sea con él, sufrió muchas alteraciones, también el Evangelio de Jesús, las sufrió, al punto de no quedar rastro del propio Evangelio original emanado del propio Jesús, sino que los Evangelios (llamados canónicos), son en realidad escritos de quienes fueron considerados sus seguidores que fueron reunidos (tras su ida de este mundo) y reunidos en unos libros denominados santos.
Cuando el sagrado Corán recuerda a los profetas anteriores y explica algunos de los aspectos de sus vidas ejemplares y llenas de bendiciones, limpia las impurezas de las alteraciones intencionales o sin intención de las iluminadas páginas de sus historias, concediendo mucha importancia al análisis de las reacciones de sus comunidades frente a ellos. Por una parte narra las reacciones de la gente y explica las razones y factores que incidieron en sus diferencias con los profetas (aquellos que las tuvieron). Por otra parte, explica las posiciones de la gente frente a los profetas de Dios y las razones y factores de sus diferencias.
“Barbie” un film imperialista, sionista, que lejos de llevar a la reflexión a los adolescentes y jóvenes de hoy, los adormece para seguir el culto rosa, el de los velos de fantasía, ya que tampoco los lleva a meditar por el hambre que en estos momentos millones de niños se encuentran padeciendo, por los conflictos que EEUU, Europa, y sus lacayos crearon, como el caso de los niños yemeníes que padecen la peor crisis de inanición; pues su bestialidad no termina ahí, ya que su angurria de poder hollywoodense, está llevando a la destrucción diaria del planeta, ejecutando a cada segundo el terrorismo en contra de la niñez, cuando con los gastos de miles de millones de dólares que ha llevado a la producción de esta película, se podrían solucionar el hambre y la miseria de países como Sudán del Sur, Burundi, Níger, Mali, Chad o Burkina Faso.
En un mundo en donde el odio, la intolerancia, la discriminación continúa acrecentándose, en donde la islamofobia se esconde detrás de la libertad de expresión y la democracia, utilizadas como pretexto para incitar a la violencia, mostrando una vez más la mentalidad inquisidora y el doble rasero de los países europeos, tal es el caso de Suecia y Dinamarca al permitir la repetida blasfemia y profanación al Corán, hechos que han suscitado la ola de repudio y condenas a nivel mundial, no sólo en países islámicos sino también en aquellos que no lo son.
Umm Wahab, la esposa de Abdul-lah Ibn ‘Umair al-Kalbi, quien fue la única mujer en alcanzar el martirio en el Suceso de Ashûra. En este instante, Umm Wahab que estaba observando la lucha de su esposo, se dirigió hacia el campo de la batalla para unirse a su esposo en el combate, pero puesto que no tenía armas, tomó el pilar de la carpa utilizándolo como un arma.
Una revolución con conciencia puede tener distintos elementos, y casualmente, la revolución de Imam Husein (P) tuvo muchos factores que hacen que el movimiento tenga un carácter múltiple y no unidimensional, ya queen el suceso de Karbalâ intervinieron diferentes factores, es decir, fueron varios los motivos que ocasionaron que el Imam Husein se levantara en contra del gobierno corrupto de Iazîd, y es lo que hace difícil la explicación de la esencia de este levantamiento, puesto que lo que se manifestaba a partir del Imam a veces se relacionaba a un factor en especial, y otras veces a otro.
Desde el martirio del Imam Hussein (AS) en Karbalá, se viene conmemorando este evento por los seguidores de la escuela shi´ita o jafarita, casi de una manera exclusiva. Es necesario recordar que la rebeldía del Imam Hussein (AS) nace como un gesto de inconformidad legítima ante la transformación de la sucesión del califato islámico a reinado, por herencia, por parte de Mu´áwiyah Ibn Abi Sifián, quien designó a su hijo Yazid como su sucesor, rompiendo así diversos valores de la nación islámica, e incumpliendo las condiciones que el Imam Hassan (AS) le había impuesto para ceder el poder, en un acto tendente a proteger la unión de la nación islámica.
Los hipócritas y los judíos de Medina, alegres y envalentonados por la derrota de los musulmanes en Uhud y por la masacre de las delegaciones para la difusión de la fe, buscaban una oportunidad propicia para sublevarse. Estaban empeñados en convencer a las tribus de que en Medina no había unidad y que los enemigos externos podían, en cualquier momento, derrocar al joven gobierno islámico. Para ponerse al tanto de las intenciones e ideas de los judíos de Banu Nadir, el Profeta y un grupo de sus compañeros se dirigieron a su fortaleza en la cual vivían. Su objetivo aparente era pedirles ayuda en el pago de la indemnización mencionada en el capítulo anterior, ya que ellos habían establecido una alianza tanto con los musulmanes como con la otra tribu, la de Banu Amer. En semejante circunstancia era un deber ayudarse mutuamente.