La primera etapa de la emigración del Profeta se cumplió felizmente sobre la base del plan establecido. En el medio de la noche el Profeta se había refugiado en la cueva de Zaur desbaratando el plan de sus enemigos y desconcertando a sus perseguidores. No sentía mientras permanecía allí ni el más mínimo desconcierto por el contrario consolaba a su compañero de viaje en los momentos más críticos: “‘¡No te aflijas, porque Dios está con nosotros!’ Dios infundió en él (Abu Bakr) Su sosiego, le confortó con tropas celestes que no pudisteis ver, anuló la palabra de los incrédulos y exaltó la palabra de Dios, porque Dios es Poderoso, Prudente. ” (9:40)
El gobierno de la Meca poseía una casa llamada Daru-n-Nadua que se destinaba a discutir los asuntos políticos de la comunidad. En ella se reunían los jefes de las tribus e intercambiaban ideas respecto a asuntos complejos. En los años 12 y 13 de la misión profética los mequinenses idólatras se enfrentaron de pronto con un gran peligro proveniente de los musulmanes que amenazaba su existencia e independencia. El importante asentamiento que los musulmanes habían conseguido en la ciudad de Iazrib y la protección que las tribus locales brindaban a los musulmanes y al Profeta eran un antecedente grave...
Amir Al- Mu´minín (Príncipe de los creyentes) Alí Ibn Abi Talib (P), es un patrimonio que pertenece a todos los musulmanes; “El comandante de los creyentes, de los fieles” por ser el primero de los Imames de los creyentes, de los gobernantes (wulat) de los musulmanes y de los sucesores designados por Dios en el islam, después del Profeta (BPUH), el sello de los Profetas.
Por otro lado, el mismo Profeta (BPD), describe la amplitud de su sucesor:“Todo aquel que quiere cumplir con el conocimiento de Adán, la compresión de Noah (Noé) (P), la paciencia de Ibrahim (Abraham) (P), el ascetismo de Yahya (Juan) (P), y la valentía de Musa (Moisés) (P), debe mirar a Alí (P)”.Este gran líder destacado por su extraordinaria y grandiosa personalidad, fue reconocido por su poder de atracción en las personas, no sólo porque reunía en sí la perfección física y espiritual; sino también por poseer las mismas características del filósofo, las de un sheij sufí, las de los líderes revolucionarios, y algunas de las características de los Profetas. Su escuela es la escuela del intelecto y la reflexión, la escuela de la revolución, la de la sumisión y disciplina, y también la escuela de la bondad, la belleza, el éxtasis y el movimiento.
Cuenta Alamah Tabatabaii: “Mi esposa y yo éramos familiares cercanos de Alamah Qadhi. Él nos visitaba cuando estábamos en Nayaf. Nosotros tuvimos hijos, pero todos habían muerto en su niñez. Un día el Sayyed Qadhi fue a nuestra casa, mi esposa estaba embarazada y yo todavía no lo sabía; al despedirse le dijo a mi esposa: ¡Prima! Esta vez este niño tuyo sobrevivirá, es varón y no le llegará ningún daño; su nombre será Abdul Baqi (siervo del Eterno). Me alegré por lo que Qadhi había dicho; Dios nos otorgó un hijo y como él lo predijo no falleció como los otros y lo llamamos Abdul Baqi”.
Hombres y mujeres deben seguir una serie de condiciones al vestirse, según la religión islámica. Es bien sabido que las mujeres llaman la atención más que los hombres por el simple hecho de ser, en general, más bellas. Esta belleza es sinónimo de atracción y el hombre es más débil que la mujer frente a la belleza. Por este motive la mujer musulmana se cubre con el “hiyab” (atuendo que cubre el cabello y el cuerpo), una vestimenta equilibrada en la cual la mujer ni se esconde detrás de una cortina ni tampoco va semi-desnuda por las calles.
Cuando los gobernantes abasidas llegaron al poder, iniciaron las peores atrocidades y torturas contra los Santos Imames (a.s.). Básicamente consideraron a la escuela de Ahlul Bait (a.s.) y a cualquiera de sus partidarios como objetivos a quienes oprimir y aplicarles restricciones extremas. Fueron arrojados a horribles prisiones y fueron asesinados. Los poetas e historiadores han trazado un cuadro patético de las peligrosas circunstancias sufridas por los descendientes del Imam Ali y Fátima Zahra (a.s.)
El 3 de enero de 2020, es la fecha que desde el Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica de Irán (CGRI), confirmara la muerte del Comandante de las Fuerzas de Al Quds, el General Qasem Soleimani, a consecuencia de un bombardeo de aviones no tripulados por parte de Estados Unidos en Irak; martirio que sin lugar a dudas representó un hecho histórico a nivel mundial, pues de acuerdo a muchos analistas significó no sólo un golpe a Irán e Irak, sino que fue una declaración de guerra y sedición contra el frente de la Resistencia y la Comunidad Islámica, como se lo ha podido comprobar con las manifestaciones masivas que se diseminaron tras su muerte en Palestina, Cachemira, Irak, Líbano, Yemen, Irán, Nigeria, Latinoamérica y alrededor del mundo, incluyendo en Estados Unidos , y es que de hecho se lo debe reconocer, el Hayy Qasem Soleimani, fue el principal autor de la seguridad en las tierras islámicas y el comandante de la lucha contra el terrorismo y fue el amado de los corazones de la comunidad islámica y el frente de la Resistencia en todos los países islámicos, y todos aquellos que se han visto atacados por las Injerencias Imperialistas y Sionistas.
Todos los años un grupo de los árabes de Iazrib participaba en la celebración de los rituales de la peregrinación viajando a la Meca y el Enviado de Dios (B.P.) establecía comunicación con ellos. Fueron estas entrevistas las que prepararon el terreno para le emigración (Hégira) a Iazrib y también el origen de la concentración de la fuerza desunida del Islam en ese punto. La mayoría de las entrevistas, aunque no daban mucho beneficio, conseguían sin embargo que, de regreso en sus tierras, los peregrinos divulgaran como la noticia más importante la aparición de un nuevo Profeta. Expondremos a continuación, por su importancia, algunas de esas entrevistas del Profeta (B.P.) realizadas en los años undécimos, décimo segundo y décimo tercero de la misión, y tras su análisis se esclarecerán los motivos que llevaron al Profeta a emigrar de la Meca a Iazrib para concentrar allí las fuerzas del Islam naciente.
En el décimo año de su misión el Profeta (B.P.) y sus seguidores experimentaron acontecimientos felices y desgraciados. Ese mismo año como ya vimos el Profeta (B.P.) perdió a dos de sus grandes y sacrificados auxiliares y protectores: primero a su tío Abu Talib, la cabeza de Banu Hashim, el único protector de Muhammad entre los grandes, un firme creyente; luego, y cuando aún perduraba la tristeza por esta pérdida, se produce la muerte de su esposa Jadiya.

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